El ciclo de Iker Muniain en San Lorenzo llegó a su fin. El mediocampista español confirmó este miércoles su salida del club, decisión motivada por cuestiones personales. En una conferencia de prensa realizada en el estadio Pedro Bidegain, explicó que su regreso anticipado a España responde a la necesidad de estar cerca de su familia.

“Fue una decisión muy difícil, pero la vida familiar me está llamando”, afirmó el exjugador del Athletic Club. Muniain había llegado a Boedo con grandes expectativas y, aunque su paso fue breve, logró una rápida conexión con los hinchas y el plantel.

La institución aprovechó la ocasión para homenajearlo. El vicepresidente Julio Lopardo, el secretario Martín Cigna y el director de fútbol Carlos Sánchez le entregaron una plaqueta en reconocimiento a su profesionalismo y a la identificación que mostró con los colores de San Lorenzo desde su arribo.

En su despedida, el jugador agradeció a la dirigencia, al cuerpo técnico, a sus compañeros y especialmente a la hinchada. “San Lorenzo es adictivo”, sintetizó, emocionado. Además, dejó abierta la posibilidad de volver en el futuro, incluso en otra función dentro del club: “Siempre estaré disponible para ayudar en lo que el club necesite. Volveré”.

Muniain no confirmó si continuará su carrera profesional o si considerará el retiro. Lo cierto es que su salida deja un vacío importante en el plantel y representa una baja sensible en medio de un mercado de pases en el que San Lorenzo aún no concretó refuerzos.

Con esta salida, el club pierde no solo a un jugador de jerarquía internacional, sino también a un referente que había sumado rápidamente ascendencia en el vestuario. Su vínculo con la institución, sin embargo, parece haber trascendido lo deportivo.